La artista visual Marcela Stormesan imparte el taller “Alfarería, fuego y tierra austral”, financiado por el “Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes”, de la convocatoria 2023, cuyo proyecto busca fomentar el oficio artesanal de la alfarería a través de aprendizajes y procesos como la creación, experimentación, inspiración o curiosidad en la comuna de O’Higgins.
El taller cuenta con 15 personas inscritas en el programa, entre hombres y mujeres, que se interesaron en aprender de esta bella experiencia. “No hemos coincidido todavía los 15, porque algunos viajan y siempre se están moviendo, pero hay 15 personas. Intentamos también facilitar que todos participen, por ejemplo si algunas personas viajan, damos el tiempo extra después para que se pongan al día“, explica Stormesan.
En total el programa consta de seis módulos, cada uno de 30 horas: tres módulos de técnicas de modelado, que los imparte el artesano ceramista de Coyhaique, Óscar Salas, mientras que los otros tres son de técnicas decorativas, dictados por la propia Marcela Stormesan.
“Cuando viene Óscar, desde Coyhaique, obviamente viene por un tiempo acotado y nos juntamos casi todos los días por cuatro, cinco o más horas para aprovechar el tiempo y él no tenga que extender tanto su estadía. Por ejemplo, última vez nos juntamos de lunes a sábado, incluyendo el feriado del 1 de mayo. Lo bueno es que todas las personas que están participando tienen un gran interés y disposición, que era uno de los requisitos para participar del taller: tener disponibilidad de tiempo. Al menos el primer módulo cuando vino Óscar funcionamos súper bien trabajando cuatro y hasta más horas diarias, para cumplir las 30 horas de ese módulo, y ahora estamos con el primer módulo de técnicas decorativas”, comenta la artista visual.
Marcela además explicó que de todos los participantes, ninguno había tenido una experiencia previa que consistiera en este tipo de actividad en cerámica, lo que ha hecho que el grupo se acople de súper buena forma, más allá de que toda la experiencia es un proceso de creación más personal.
“Relajante, introspectiva, una especie de meditación”, fueron algunos de los adjetivos que le dieron los participantes del taller a la actividad que ya llevan varias semanas poniendo esfuerzo, tiempo y dedicación, y en el que incluso proyectan más allá que un pasatiempo, y lo ven como una actividad de emprendimiento para el futuro, y poder desarrollarlo como un oficio propio, algo que se alinea con la motivación que tenía Marcela para iniciar este programa.
“Creo que es como el querer compartir un saber, es algo maravilloso cómo se transforma algo que viene desde la tierra, que a través del fuego se transforma en una pieza que es utilitaria por ejemplo, o en otros casos decorativa. Esa magia, esa alquimia que ocurre a través del fuego es súper ancestral, entonces yo tenía el interés y la necesidad de compartir ese conocimiento, de que muchas otras personas también volvamos a lo ancestral y reincorporemos estas técnicas que han sido utilizadas por todas las culturas, y además pensando súper ambiciosamente, tratando de que esta es una zona muy nueva en todo aspecto, siempre está esa sensación de que hay mucho por hacer, entonces por qué no encontrar aquí algo identitario y con sello de origen, ese sería el sueño de la cerámica, porque esta es tierra de glaciares y creemos que debe haber una veta de arcilla que está lista para ser utilizada“, concluyó la artista visual.